Cuando queremos marcar la diferencia bien como pyme, autónomo o emprendedor, es fundamental utilizar de la manera adecuada los canales digitales de comunicación para alcanzar los objetivos de nuestro negocio.
En este sentido, una estrategia de marketing digital adecuada marcará la diferencia de tener o no tener éxito con nuestro proyecto digital.
Y es que, si hablamos de determinar objetivos, de establecer una propuesta de valor conveniente o de conocer a nuestro público objetivo, la única vía para lograrlo con éxito es estructurando una táctica y estrategia previa.
Necesitamos una estrategia de marketing digital para conquistar los objetivos de negocio que deseamos tanto en el corto plazo como a medio y largo plazo.
Necesitamos saber cuáles serán los canales a utilizar, qué planes de acción instrumentar, la inversión requerida y el tiempo en que se alcanzarán las metas planteadas.
¿Por qué la necesitamos?
La necesitamos, y mucho, porque a través de una estrategia de marketing digital podemos captar, persuadir, convertir y entusiasmar a nuestro público objetivo. Esto solamente podemos lograrlo si planificamos cada una de las acciones y campañas que nos llevarán a ese cliente que tanto hemos buscado.
Además, si queremos segmentar debidamente nuestras campañas suministrando valor en cada etapa, si deseamos dominar el entorno online una estrategia de marketing digital es imprescindible.
Al mismo tiempo, necesitamos conocer a la perfección nuestro target, y los canales en los que debemos tener presencia. Esto sin mencionar algo obvio: es importante que conozcamos quiénes son y lo que hacen nuestros competidores.
Análisis interno y externo
¿Por dónde empezar? Por nosotros mismos es decir, por un análisis interno y externo de la empresa y su entorno, que nos proporcione una completa visión tanto del mercado como de los recursos necesarios, así como de nuestras fortalezas, debilidades, y una visión general de la competencia.
Igualmente, es preciso que conozcamos si nuestros recursos digitales son los ideales, si la web está bien orientada hacia el cliente y si posee una buena experiencia de navegación. Respecto al blog, hay que tener la certeza de que se actualiza periódicamente y analizar si la presencia en las redes sociales es la adecuada.
Este comienzo nos ayudará a estar al tanto del ecosistema digital en el cual nos desenvolvemos y nos permitirá saber lo que realmente necesitan los consumidores y el modo en que cubren esos requerimientos. Conoceremos sus hábitos digitales, qué intermediarios utilizan, e incluso a influencers que siguen.
Establecer objetivos
Cuando hemos determinado el lugar que ocupamos en el mercado, cuáles son nuestros puntos de fortaleza y los aspectos que debemos mejorar, cuando tenemos claros los recursos digitales con los que contamos y sabemos qué buscan los usuarios, es el momento de establecer objetivos específicos y realistas que puedan medirse en el tiempo.
Es hora de dirigir todas nuestras acciones hacia la consecución de esos objetivos y nuestra planificación debe orientarse a la consecución de esas metas en un plazo determinado.
Definiendo la estrategia
Tras un análisis interno y externo con el cual ya tenemos claros los objetivos que vamos a alcanzar, llega la hora de definir una estrategia de marketing digital que obligatoriamente debe basarse en cuatro aspectos fundamentales:
Segmentación
Se trata de la creación de nuestro Buyer Persona. Definiremos cuál es nuestro público objetivo, sus preferencias y los canales que utiliza para satisfacerlas. ¿Qué tipos de contenido consumen?, ¿en qué formatos?, ¿a qué personas, empresas o grupos sigue como referencia?
Propuesta de valor
En este punto debemos tener muy claro por qué los consumidores deben escogernos por encima de la competencia. Es una propuesta de valor que es importante transmitir adecuadamente a través de las diversas vías digitales.
Posicionamiento
Si sabemos comunicar nuestro valor diferencial en los ámbitos digitales donde se encuentra nuestro público objetivo, lograremos posicionarnos.
Contenidos
En este apartado es primordial la creación, distribución y gestión de contenido original. Es así como captaremos usuarios y posicionaremos nuestra marca. Eso sí, teniendo en cuenta que cada canal debe tener una política de comunicación determinada y en todos los casos debe ir íntimamente vinculada a nuestro Buyer Persona, porque en la medida que tengamos más información del consumidor, más congruente será el contenido que creemos.
Tácticas digitales
Dependiendo de si deseamos atraer, convertir o fidelizar, existen diversas tácticas digitales para emplear. Puede ser desde la optimización de nuestra web hasta campañas de email marketing, pasando por la realización de webinars o campañas a través de redes sociales.
Del mismo modo, existen estrategias combinadas de SEO y SEM para alcanzar un posicionamiento web orgánico y natural, al mismo tiempo que llevamos adelante técnicas de visualización inmediata.
En este sentido, tenemos a disposición herramientas de automatización de marketing para evaluar mediante programas de software las distintas etapas del proceso que conducen a la venta de nuestros productos. Con estas tácticas podemos personalizar los mensajes en la medida que los clientes interactúan con la marca e ir llevándolo hacia la decisión de compra.
Posteriormente, nos tocará una fase de enorme trascendencia: la analítica de los resultados mediante diferentes herramientas con las cuales lograremos optimizar tanto los resultados como la inversión realizada.